Desde una edad temprana, a los niños pequeños se les enseña que es educado (y la norma social) mantener el contacto visual durante las conversaciones. Esto puede incluir mirar a los ojos a tu profesor cuando pides un vaso de agua o mantener el contacto visual con un adulto que está hablando contigo en una cena familiar. El contacto visual puede decir mucho sobre las emociones de una persona, por lo que puede ser una pieza tan importante en las interacciones sociales. Si bien esto puede formar parte del desarrollo normal de algunos niños, los niños del espectro autista pueden tener dificultades con el contacto visual. Es posible que eviten el contacto visual o que lo hagan en momentos inadecuados. Por ejemplo, un niño del espectro puede tender a mirar los dedos de los pies (o un juguete en sus manos) en lugar de sus ojos durante una conversación. Por ello, el análisis aplicado de la conducta, o terapia ABA, puede ayudar a dirigir el contacto visual y mejorar este comportamiento en los niños del espectro.
¿Qué es la terapia ABA?
En primer lugar, el análisis aplicado de la conducta, o terapia ABA, es un método que se utiliza con frecuencia con las personas del espectro autista. La terapia ABA trabaja para desarrollar comportamientos socialmente significativos, como la cognición, la comunicación y las habilidades sociales (además de muchos otros comportamientos y habilidades). La terapia ABA se utiliza porque los estudios científicos han demostrado su eficacia. Además, la terapia ABA puede adaptarse a una serie de capacidades y necesidades tanto en niños como en adultos, lo que significa que no hay una fórmula fija para ABA. Este método también puede aplicarse en diversos entornos, como clínicas, hogares, escuelas y en la comunidad.
¿Cómo puede la terapia ABA mejorar el contacto visual?
Un terapeuta ABA puede desempeñar un papel importante para ayudar a los niños con autismo a mejorar su contacto visual.
Proporcionar señales verbales: Los terapeutas de ABA pueden utilizar señales verbales directas o indirectas para reforzar el contacto visual durante las sesiones. Los terapeutas de ABA pueden practicar esto durante las sesiones para mantener la coherencia con el niño. Los padres también pueden utilizar este método en casa para reforzarlo.
Por ejemplo: "No puedo saber cómo te sientes si no veo tus ojos" o "Por favor, déjame ver tus ojos".
Utiliza un objeto para llamar su atención (al principio): Si un niño tiene problemas con las señales verbales, puede ser útil sostener un objeto que le interese cerca de sus ojos. Por ejemplo: si al niño le gusta Thomas, puedes sostener un tren junto a tus ojos mientras hablas.
Refuerzo positivo: Los elogios y los refuerzos positivos pueden ayudar a los niños a aprender a seguir manteniendo el contacto visual. Por ejemplo: cada vez que el niño establezca contacto visual al hacer una pregunta, el terapeuta le dirá "¡Gran trabajo!" o le permitirá pasar un minuto en el iPad.
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