How ABA Therapy Measures Behavior

Una medición fiable requiere que los comportamientos se definan de forma objetiva. Términos imprecisos como ira, depresión, agresión o rabietas se redefinen en términos observables y cuantificables, de modo que su frecuencia, duración u otras propiedades medibles puedan registrarse directamente (Sulzer-Azaroff y Mayer, 1991). Por ejemplo, un objetivo para reducir el comportamiento agresivo de un niño podría definir "agresión" como "intentos, episodios o sucesos (cada uno separado por 10 segundos) de morder, arañar, pellizcar o tirar del pelo". "Iniciar la interacción social con los compañeros" podría definirse como: "mirar a un compañero y verbalizar un saludo apropiado".

Las intervenciones de ABA requieren una demostración de los eventos que son responsables de la ocurrencia, o no ocurrencia, de la conducta. El ABA utiliza métodos de análisis que producen demostraciones convincentes, reproducibles y conceptualmente sensatas de cómo lograr cambios de conducta específicos (Baer y Risley, 1987). Además, estas conductas se evalúan en entornos relevantes como la escuela, el hogar y la comunidad. El uso de un diseño experimental de caso único para evaluar la eficacia de las intervenciones individualizadas es un componente esencial de los programas basados en metodologías ABA.

Este proceso incluye los siguientes componentes:

  • selección de conductas interferentes o déficit de habilidades conductuales
  • identificación de metas y objetivos
  • establecimiento de un método de medición de los comportamientos objetivo
  • evaluación de los niveles actuales de rendimiento (línea de base)
  • diseño y aplicación de las intervenciones que enseñan nuevas habilidades y/o reducen los comportamientos interferentes
  • medición continua de los comportamientos objetivo para determinar la eficacia de la intervención, y
  • evaluación continua de la eficacia de la intervención, con las modificaciones necesarias para mantener y/o aumentar tanto la eficacia como la eficiencia de la intervención. (MADSEC, 2000, p. 21-23)

Como se describe en el informe MADSEC, los enfoques de tratamiento basados en el ABA se consideran actualmente a la vanguardia de las intervenciones terapéuticas y educativas para los niños con autismo. La gran cantidad de pruebas científicas que respaldan los tratamientos ABA para niños con autismo han llevado a otros organismos independientes a respaldar la eficacia del ABA, como el Cirujano General de los Estados Unidos, el Departamento de Salud del Estado de Nueva York, la Academia Nacional de Ciencias y la Academia Americana de Pediatría.