ABA son las siglas de Applied Behavior Analysis. Es el estudio científico del comportamiento y se centra principalmente en las ideologías que explican cómo se produce el aprendizaje. El propósito de utilizar la práctica y los principios de la terapia es provocar un cambio significativo y positivo en el comportamiento. Los analistas de la conducta trabajan con niños pequeños con Trastorno del Espectro Autista (TEA), así como con otros trastornos como el comportamiento destructivo grave, el abuso de sustancias, la demencia y las lesiones cerebrales traumáticas. Algunos de los métodos utilizados permiten que el niño tome la iniciativa, pero la mayor parte de la terapia ABA implica que el terapeuta dirija la sesión. Sin embargo, la terapia ABA no tiene un enfoque universal. La terapia ABA es estupenda por lo versátil que puede ser para cada niño. Ha habido miles de estudios de investigación que documentan el éxito de ABA a través de una amplia gama que incluye varios entornos que pueden incluir escuelas, hogares y hospitales. También hay una amplia gama de poblaciones como los niños y adultos con discapacidades del desarrollo y trastornos del aprendizaje, y diferentes comportamientos como el lenguaje, social, académico y habilidades funcionales de la vida.
El ABA ayuda a aumentar conductas como las técnicas de refuerzo, el comportamiento en la tarea y las interacciones sociales. Estas mejoras en el comportamiento se logran dividiéndolas en secciones de estímulo discriminativo (SD), respuesta (R) y estímulo reforzador (SR). El objetivo es profundizar en lo que motiva al individuo mientras se trabaja en el ajuste de conductas específicas. A lo largo de un periodo de tiempo, los comportamientos adecuados aumentarán y los inadecuados disminuirán. Los principios del ABA fomentan las habilidades básicas que un niño necesita dominar, como mirar, imitar palabras y sonidos, escuchar y comprender las perspectivas de otras personas mientras conversa. Estas técnicas pueden utilizarse en situaciones controladas, como las clases en el aula, además de las rutinas normales, como prepararse por la mañana o preparar la cena.
Las sesiones de terapia pueden tener lugar de muchas maneras, incluyendo la interacción uno a uno, así como la interacción de grupo. Una sesión típica sería una interacción enérgica entre el individuo y el terapeuta. Habría una gran cantidad de refuerzos positivos incluyendo abrazos, chocar los cinco o simples elogios. Participar en la terapia ABA durante 2 o más años a una edad temprana puede ayudar a desarrollar habilidades que permitan a los niños participar en una clase normal con poco o ningún apoyo adicional. El analista de la conducta se reúne con frecuencia con la familia para repasar los objetivos fijados y comprobar el progreso del niño, al tiempo que ajusta esos objetivos según sea necesario para asegurarse de que el alumno está cumpliendo los objetivos y haciendo grandes progresos. En general, la terapia ABA puede preparar a alguien para que sea su propio defensor. Todos los individuos, independientemente del trastorno, merecen una oportunidad para aprender, ser más independientes y tener más confianza en sí mismos.
