La generalización y su aplicación a la terapia ABA

La generalización se produce cuando un individuo aplica algo aprendido en una situación específica a otras situaciones similares, lo que se traduce en un progreso hacia los objetivos de la terapia. También se denomina "arrastre". Se quiere ver el progreso fuera del entorno de la terapia, como por ejemplo, en casa, en la escuela, en el parque, etc., así como con varias personas, como por ejemplo, un padre, abuelos, niñera, profesor. En la mayoría de los programas de ABA, se establece una programación específica para la generalización. La generalización no es automática y necesita ser trabajada continuamente para sacar el máximo provecho del cambio de comportamiento y hacerlo significativo. La generalización se refiere al proceso de practicar las habilidades con la suficiente frecuencia y profundidad para asegurarse de que la persona es capaz de utilizarlas cuando las necesite, en cualquier situación o entorno.

Métodos de generalización

1. Enseñar muchos ejemplos

Una de las formas más fiables de alcanzar la generalización es enseñar muchos ejemplos diferentes. Esto puede hacerse a través de personas, entornos, objetos, comportamientos o cualquier otro aspecto relevante.

Ej. Enseñar la palabra "taza" con una variedad de tipos de tazas.

 

2. Enseñanza a través de muchas personas

La generalización a través de las personas va a ser más fácil si un niño tiene varios maestros diferentes en lugar de uno solo. Que diferentes personas enseñen al niño le ayudará a realizar algo con una variación de personas.

Ej. No ceder a los lloriqueos debe ser practicado por todas las personas en contacto con el niño.

 

3. Enseñar con instrucciones múltiples

Es muy común que los niños con autismo no generalicen automáticamente la comprensión de varias instrucciones que pretenden significar lo mismo. Se recomienda empezar enseñando una, y luego enseñar otra, sin dejar de utilizar la anterior ocasionalmente. Seguir integrando nuevas instrucciones a medida que se dominan las anteriores. Con el tiempo, cuando un niño en particular haya aprendido de esta manera suficientes veces, se puede empezar a enseñar con instrucciones múltiples desde el principio cuando se le enseñen nuevas habilidades.

Ej. "Ven a la mesa" y "Ven aquí"

 

4. Elegir comportamientos "funcionales"

Enseñar comportamientos que probablemente sean útiles para el niño en su vida cotidiana. El cambio de comportamiento debe dar lugar a que el niño sea capaz de obtener refuerzos de su entorno de forma independiente. El objetivo es enseñar habilidades que mejoren la vida del niño, como por ejemplo, enseñar al niño a pedir las cosas que quiere, en lugar de enseñar nuevas habilidades que no son útiles.

 

5. El aprendizaje se produce las 24 horas del día
La incorporación de la generalización no sólo debe producirse durante los momentos planificados. Debe producirse durante el tiempo planificado, pero también en su entorno natural, ya que cada momento en que el niño está despierto es una nueva oportunidad para aprender algo.

Ej. Cuando un niño quiere algo, practica la generalización de los mands (peticiones).

 

La generalización suele producirse en pasos muy pequeños. Es importante ser constante, no rendirse y dar el tiempo suficiente para que funcione. Pruebe un enfoque a la vez y ajústese a nuevos enfoques cuando sea necesario, evitando la dependencia inmediata. La generalización requiere una planificación e intervención explícitas.